21.1.11

Distopía

Estuve leyendo un articulo sobre el final de las utopías y sus consecuencias. Por una parte sentí como muchas cosas en las que creo y por las que vivo se encogieron para esconderse bien lejos de las palabras que venían a mi mente cuando leía. La distopía, una opción desesperada. Esa noche, una noche que debería ser "normal" en mi vida, en mis noches, estaba cargada de acidez espiritual, por decirlo de alguna forma. No sé si era la acidez que mi cuerpo respiraba, pero después de leer me cuestioné sobre todas esas cosas: Futuro, Amor, Paz... Para mi extrañeza, las ideologías no se sintieron atacadas. Parece como si ellas ya hubieron muerto, y ningún ideal salió a defenderse. Solo noté que en su lugar explotaba una necesidad de olvidar y renacer en un nuevo milenio, soltando toda la responsabilidad de la historia, esta última, cargada a la fuerza, como si tuviéramos la herencia obligatoria de solucionar el caos del pasado, sin opción alguna, lo que nos dejaron por escrito o en grabaciones... El archivo de la vida, mal cuidado por la conciencia común. Actuamos o perecemos, parece un lema de la Hipermodernidad, pero es casi una obligación. Vemos el resultado, las repercusiones de la era para la nueva era y sus conflictos, políticas y claro, utopías, que algunas se intentaron llevar a cabo sin importar las consecuencias, ni los medios, en nombre siempre de algo o alguien, de lo que deberíamos haber supuesto, era para nuestro bien. "Nuestro", se simplificó en grupos. Creo que mientras "nosotros" no seamos todos, la distopía será nuestro principal huésped cada noche. Parece patético, según el positivismo, parece "ideal" como anacronismo para el pesimismo. Quisiera despertarme un día, encender la radio o la tele y sonreír al ver y pensar: Ahora sí "podemos" creer. Sentir que ese verbo se conjuga y no se entristece, languidece, duerme con hambre. Futuro: Lo creamos en cada acción y elección que hacemos, lo "queremos" con amor. Amor: Se alimenta y se cuida cada día y por eso crece, sin saber que futuro le espera. Paz: Se necesita. Si fuera un producto de consumo... El buen humor crea sentimientos, estados pacíficos, hasta en medio de una guerra. Pero el buen humor no entiende al mal humor, y este se enoja cuando escucha la risa del otro. Cuantas cosas impiden esa Paz, que se está pareciendo a la utopía? Envidia, desigualdad, orgullo, abuso de poder, oportunismo, consumo excesivo, avaricia, irresponsabilidad, analfabetismo, inconsciencia, ignorancia, enfermedades, incomunicación, distorsión de la realidad, indiferencia, desinterés, egoísmo, deseos excesivos, explotación, impotencia... Es una lista muy larga y poco observada. Si me asomo al balcón pareciera que no pasa nada, que el mundo, como siempre sigue su curso, l@s jóvenes juegan, l@s viej@s charlan, los autos esperan la luz verde o pasan a su velocidad, los perros corren, el viento sopla y me da en el rostro y lo demás, aquellas cosas que no están presentes, se nos son ajenas por un momento. Panacea, utopía, felicidad, palabras que se dividen para decir lo mismo sobre un común denominador. Si tú y yo fuéramos ahora la clave de todas ellas que haríamos?