16.3.12

No creo

No creo que cometeré el mismo error en ver como se separa tu espiritu de mi espiritu, de ver como se alejan las ganas de intentar ver la luz entre los dos, esta vez llevaré siempre una vela en mi alma encendida para no dejar de ver, de verte, vernos tal real como somos, tan cercanos como fuimos. No creo que este amor se agote o cambie de lugar, solo se indispone y pocas veces tiende a dejarse morir, cosa que nunca logra, se asusta, se ve decaído y sale a salvarse. No creo que te perdí, como se pierden las cosas, los anillos, las canciones, la libreta de apuntes, si te perdí fue el rastro y si perdí fue contra los momentos y jugadas del destino a los cuales no estaba preparado, por mi descuidado enfoque de la vida a veces. No creo que estés tan lejos ni que seas inalcanzable, contigo aprendí que un par de montañas, de ríos y mares no son un motivo para llorar de impotencia ante la distancia. No creo que esta vez tenga que esperar a que pasen siete meses, dos años, mil casualidades para que sea posible el desengaño. No creo que tenga o necesite rencores contra tus sentimientos y todo lo que tu ser te exige para florecer siempre cada vez que te lo propones sobre la copa de tu árbol preferido, donde parecí un mono saltando feliz de rama en rama, una ardilla subiendo y bajando, una oruga sin saber transformarse, acurrucada tranquila entre las hojas, con miedo a caer por el viento, un ave en el nido, un koala risueño y perezoso, un saltamontes, un escarabajo juguetón. No creo que deba dejar de insistir en mis simples deseos de ser quién te acompaña y ser quién te sueña entre palabra y palabra que se esfuma entre cada ilusión de tu persona cerca, donde me escuchas, donde me hablas y sonríes y me dices Te amo. No creo que haya visto nunca unos ojos brillantes como los tuyos por la felicidad que le rodea. No creo que salvarnos de entre los recuerdos turbios y resbaladizos este mal o sea en vano, más bien es lo que nos ata y nos seguirá atando mientras tanto el pasado exista y el presente solo sea una extensión de él hacía un futuro donde cada vez que miro siempre eres partícipe. No creo que todo lo que esperé por tí se convierta en solo un ensayo más de posibilidades, como andar por un camino para encontrar una puerta. No creo que el sótano donde me escondí es el lugar ideal para escapar de la realidad que ofrecías a cambio de mi entendimiento, ya que entender nunca fue obstáculo para entenderte, valga la redundancia, no fue difícil ver que parecía tarde mi despertar. No creo que al abrir los ojos ante mi soledad haya sido comenzar de cero, me es imposible recomenzar, nunca acabé, nunca se agotó esa fuente que hay mi y llena cada hueco que necesite ser llenado, solo es que el manantial corre entre los escombros y pedruscos que encuentra, utilizando su naturaleza fluyente para seguir existiendo atrapado por la gravedad, estaba yo al parecer un castor sin talento, un montonsito de arena fina, una hormiguita tratando de corregir su curso. No creo que dependa solo de mi mis resultados, como no dependen solo de mi lo que en común nos salva. No creo que terminaría de escribirte, no se terminan mis motivos, no se termina lo que siento. No creo que sea un riesgo continuar, más bien es un riesgo vivir arrepentido de no intentarlo otra vez.

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